Cómo arreglar un sofá hundido​

Gael Arroyo
Gael Arroyo

Un sofá que se hunde no solo daña la apariencia del espacio, sino que también puede generar molestias al sentarse, incluso dolor en los músculos. Con el uso constante, los rellenos y la base pierden su soporte, provocando que el asiento se deforme y ceda. Por suerte, hay formas de restaurar su comodidad sin tener que cambiar todo el sofá.

Encuentra el motivo del problema

El primer paso para arreglar un sofá que se ha hundido consiste en descubrir qué lo causó. Las razones pueden ser variadas, muelles internos dañados, cojines con espuma deteriorada, correas que sostienen la estructura desgastadas o daños en el marco de madera. Es fundamental inspeccionar bien cada uno de estos elementos para saber qué arreglar.

Para comprobar el estado de los muelles, retira los cojines y presiona la base con la mano. Si notas que están doblados o partidos, será necesario repararlos o cambiarlos. Cuando la causa sea la espuma, probablemente los cojines hayan perdido su consistencia y necesiten un relleno nuevo. Si las correas están flojas o rotas, es posible ajustarlas o sustituirlas para recuperar la firmeza del asiento.

Reparación de las correas y muelles

Cuando los resortes de un sofá presentan fallos, arreglarlos puede parecer una tarea complicada, pero no es algo fuera de alcance. En muchas situaciones, se puede fortalecer la base colocando nuevos resortes o ajustando los que ya están. Para hacerlo, es necesario retirar la tela inferior del sofá, lo que facilita el acceso a su interior.

Si el inconveniente está en las correas, que suelen ser de materiales elásticos o cintas resistentes, se debe revisar su condición. Cuando están muy desgastadas, lo mejor es cambiarlas por unas nuevas. Tensar o reemplazar estas correas es una manera eficaz de restaurar el soporte del asiento y evitar que se hunda.

Esta clase de arreglo mejora significativamente la comodidad al sentarse y ayuda a que el sofá dure más tiempo sin que sea necesario gastar mucho dinero. En contraste, si la estructura de madera presenta daños, puede ser necesario buscar la ayuda de un experto para repararla o cambiarla por completo.

Ajuste de la estructura del sofá

Este consejo nos lo dan los expertos de AhorraMejor para ahorrar en la reparación del sofá hundido. Antes de decidir comprar un sofá nuevo, evalúa la posibilidad de invertir en arreglos puntuales que aumentan la vida útil de tu mueble y reducen el gasto total. Con una buena reparación, es posible recuperar la comodidad sin grandes desembolsos.

Algunos sofás presentan un hundimiento causado por problemas en su estructura de madera o metal. Esto puede suceder si el mueble es antiguo, ha sufrido un uso intenso o ha estado expuesto a humedad, lo que debilita la base. En estos casos, es importante inspeccionar los soportes y vigas para comprobar si hay grietas, roturas o deformaciones.

Si detectas que alguna parte está suelta, puedes reforzarla con tornillos, escuadras o adhesivos especiales para madera. En casos más graves, la sustitución de una pieza puede ser necesaria. Para ello, busca ayuda profesional para garantizar que la reparación sea segura y duradera.

Renovación del relleno

Cuando un sofá pierde su forma y se nota hundido, lo más común es que los cojines hayan perdido consistencia con el tiempo. En estos casos, una forma sencilla y económica de solucionarlo es renovar el material del interior. Existen distintas opciones para devolverle el soporte original.

Una de las más eficaces es usar espuma de alta densidad, ideal para devolver firmeza y mejorar la sensación al sentarse. Este tipo de espuma se encuentra fácilmente en comercios especializados y se puede cortar según las dimensiones de los cojines.

Otra posibilidad es utilizar fibra siliconada, un tipo de relleno que aporta volumen y una sensación más blanda. Aunque no ofrece tanto soporte como la espuma, puede resultar cómoda en determinados casos. A veces, combinar ambos tipos de materiales puede dar un buen resultado, manteniendo equilibrio entre suavidad y estructura.

El proceso es muy simple. Basta con retirar las fundas de los cojines, extraer el contenido viejo y colocar el nuevo. Luego, se vuelve a cerrar todo y el sofá puede recuperar su forma original. Con este tipo de arreglo, es posible prolongar la vida útil del mueble sin tener que invertir en uno nuevo ni recurrir a soluciones complicadas. Esta opción resulta útil tanto para sofás muy usados como para aquellos que comienzan a mostrar señales de desgaste.

¿Cómo se puede evitar que el sofá se hunda?

Para conservar tu sofá en buenas condiciones durante más tiempo, conviene aplicar ciertos cuidados sencillos. Cambiar la posición de los cojines con frecuencia ayuda a que se desgasten de forma pareja y no pierdan su forma tan rápido. También es importante no cargar el sofá con más peso del que puede soportar, ya que eso daña su estructura interna.

Sentarse siempre en el mismo lado puede deformarlo, por eso es mejor repartir el uso en toda la superficie. Colocar fundas es una buena forma de proteger la espuma del polvo y la humedad, lo que mantiene su firmeza por más tiempo.

En los modelos que incluyen correas, es clave comprobar que no estén flojas. Si se detectan fallos, se pueden ajustar sin complicaciones. Por último, conviene revisar una vez al año el sistema de muelles, ya que detectar fallos pronto facilita que se solucionen sin mayores problemas.

¿Es necesario contratar a un profesional?

Cuando un sofá presenta daños importantes, lo más conveniente es confiar en expertos en restauración de muebles. Estas personas están preparadas para hacer arreglos completos, desde cambiar los muelles hasta reforzar la estructura, colocar un nuevo relleno o incluso renovar por completo la tela.

El precio final dependerá del modelo del sofá, del estado en que se encuentre y de los materiales que se utilicen en el proceso. Repararlo suele ser más barato que comprar uno nuevo, sobre todo si el sofá tiene un valor especial o un estilo difícil de conseguir en las tiendas.

Antes de tomar una decisión, conviene pedir varios presupuestos y revisar las experiencias de otros clientes. Una reparación bien hecha puede devolverle al sofá su apariencia original y hacer que dure muchos años más.