Las 10 mejores plantas para salones con poca luz
¿Sabías que puedes disfrutar de plantas de lo más bonitas aun teniendo poca luz? Aunque tu salón no sea el más luminoso del mundo no significa que, por ello, no puedas disfrutar de la decoración y los beneficios que traen consigo las plantas.
Una de las mejores razones por las que incorporar plantas en tu salón, a parte de su valor ornamental, es porque constituyen verdaderos tesoros naturales, capaces de purificar el aire y crear entornos más limpios y puros para nuestra salud.
Dentro del mundo de las plantas, encontramos a auténticas supervivientes, capaces vivir en lugares donde llega muy poquita luz y que, además, son de lo más sencillas de cuidar. Si pensabas que tenías que renunciar a lucir plantas en tu salón por la escasez de luz, ¡tenemos grandes noticias! Te traemos las 10 mejores plantas que lucirán increíbles en cualquier salón con poca luz.
Pero esto no es todo, en el blog LoveNaturaleza encontraréis otros muchos ejemplos de plantas de interior de lo más resistentes, así como otros artículos dedicados a plantas purificadoras. Porque si hay algo que no puede faltar en ningún hogar, más o menos soleado, son las plantas.
10 Poto
Si teníamos que empezar nuestra lista por una de las plantas de interior, resistentes por antonomasia, sin duda, escogemos el poto. Se trata de una de las plantas preferidas en cualquier hogar.
No nos engañemos, es cierto que al poto le gusta la luz, pero nunca directa. Aunque, su gran versatilidad y adaptabilidad le permiten adecuarse a entornos poco iluminados. En cuanto al riego, nos andaremos con cuidado, ya que el poto prefiere menos que más. Tenemos que asegurarnos que, el sustrato, está seco antes de regar. Aunque, si tu ambiente es demasiado seco, le vendrá de perlas que pulverices sus hojas de vez en cuando.
9 Aglaonema
La aglaonema vive tranquila y feliz disfrutando de un poco de sol indirecto, por lo que será ideal para tu salón con poca luz. A cambio, habrás de proporcionarle un clima templado, que oscile entre los 15º y los 22º, dado que es una planta de origen tropical.
Pero si hay algo que le gusta a la aglaonema es la humedad. Pulverízala con agua a menudo para evitar que, tanto los bordes como las puntas de sus hojas, se resequen. Un riego moderado será el adecuado para esta planta, pero sin llegar a los encharcamientos.
Como resultado, disfrutarás una de la planta de gran belleza y que, además, purificará el aire de tu salón. ¿Qué más se puede pedir?
8 Aloe Vera
Conocidas sus propiedades desde antiguo, la planta del Aloe Vera nos ha acompañado desde hace muchísimos años. Su origen se encuentra en las áridas tierras de África, lo que explica su supervivencia a las épocas de sequía. De hecho, el Aloe Vera acumula agua en sus hojas, de tal manera que, no necesitará de un riego frecuente, de hecho, podría perjudicarle.
En cuanto a la luz, es una planta perfecta para entornos poco soleados, dado que el sol directo puede quemar sus hojas. Si puede disfrutar de unas horas de luz, sería lo ideal, aunque como auténtica superviviente, podría resistir en espacios poco soleados.
Junto con la aglaonema, el Aloe Vera purificará el aire de tu estancia. Además, podrás beneficiarte de las propiedades de su gel, especialmente beneficiosas para el cuidado de la piel en caso de presentar irritaciones, cicatrices o problemas acneicos.
7 Ficus Benjamina
Dentro de las variedades de ficus que podemos mencionar, destacamos la Benjamina, dado que presenta una resistencia y adaptabilidad superior a los espacios poco soleados. Estamos ante una de las plantas que goza de mayor fama entre interioristas, dada su apariencia tan ornamental y elegante.
Son unas plantas perfectas para principiantes, dado que requieren de unos cuidados mínimos. Entre ellos se encuentran: regarlo solo cuando el sustrato esté seco, puesto que no tolera nada el exceso de agua; temperaturas templadas, entre los 13º y los 24ºC; y un abonado cada 15 días en primavera. En cuanto a los suelos, no precisa grandes requerimientos. De hecho, crece bien en cualquier sustrato.
6 Sansevieria
Una de las plantas estrella en los últimos años en la sansevieria. Su amplia variedad de tipos y formas, hacen que exista una sansevieria para cada uno de nosotros y para cada entorno. Su llamativo color verde aporta vitalidad al rincón donde se encuentre.
¿Un rincón soleado? Para nada, la sansevieria necesita de muy poca luz para crecer, dado que es muy resistente. Le gustan las temperaturas que ronden los 20ºC, aunque en verano puede tolerar hasta los 30ºC. En cuanto al riego, evita hacerlo en exceso, ya que solo habremos de hacerlo en caso de que el sustrato esté seco.
La apariencia de sus hojas, planas y robustas, son sus elementos más reconocibles. De color verde oscuro, presentan vetas y líneas amarillas que la dotan de una gran belleza. Es una de las plantas más queridas en los ambientes de estilo moderno.
5 Cintas
Si, las cintas podrían tolerar la luz, nunca el sol directo, pero no infravaloremos su alta resistencia a los entornos poco luminosos. De hecho, para que la forma tan característica de sus hojas – y que le dan su nombre – luzcan como deben, lo mejor es colocar estas plantas en lugares altos (estanterías, baldas…), lugares donde, por lo general, apenas llega luz.
Es una planta muy fácil de cuidar puesto que se adapta muy bien a cualquier espacio y condición. Eso sí, les gusta la humedad, por lo que agradecerán mucho que pulverices sus hojas de vez en cuando, para darles un extra de frescura. En cuanto al riego, frecuente en verano, de dos a tres veces por semana es suficiente.
4 Calathea
Esta planta de interior posee una de las apariencias más peculiares y características, considerándose una de las plantas de interior más bellas que existen. De hecho, existen múltiples variedades de Calathea en las que, el diseño de sus hojas, no deja de sorprendernos.
Proviene de la selva tropical, lo que nos da pistas acerca de la luz que necesita. Poca. La frondosidad de la selva reduce al mínimo la luz que la Calathea, en su hábitat natural, puede recibir. Ese mismo origen justifica, por otro lado, la cantidad de humedad que necesita. Mantén su sustrato siempre húmedo para que crezca en óptimas condiciones.
3 Helecho
Los helechos son una de las plantas más decorativas para los salones. Originaria de los pantanos de las regiones tropicales del mundo, es muy demandada en la decoración de interiores, especialmente en macetas colgantes donde puede lucir sus frondas.
Es una planta feliz en lugares de semisombra y, sobre todo, en entornos húmedos, dado su origen tropical. Por ello, uno de nuestros mayores cuidados hacia los helechos será proveerlo de suficiente agua, para que su sustrato permanezca húmedo, y pulverizaremos a menudo sus hojas. En el caso de que veas que algunas de sus hojas están mustias o dañadas, lo mejor será podarlas, para que las partes sanas de la planta puedan seguir creciendo con fuerza.
2 Bromelia
Otra de las plantas tropicales más idóneas para ambientes con poca luz es la Bromelia. Podemos encontrar diferentes variedades, que presentan distintos toques de color, forma de las hojas, así como cuidados específicos.
Como planta tropical, ya sabéis que necesitará humedad constante para desarrollarse en óptimas condiciones, pero sin llegar a generar charcos, dado que la perjudicaríamos enormemente. Una pauta de riego por semana será suficiente durante los meses en más fríos. En verano, aumentaremos el riego, asegurándonos de que su sustrato no se seca.
En cuanto a su temperatura, es amiga de los climas cálidos, creciendo muy bien en temperaturas que oscilan entre 15ºC y 29ºC. Debemos evitar que las temperaturas caigan a menos de 12ºC.
1 Drácena
La Drácena dará un toque de lo más exótico a tu salón con su apariencia. Procedente de África, estamos ante una planta de gran tolerancia tanto a la sequía como a la falta de luz.
Podemos encontrar más de 40 variedades de Drácena, las cuales, todas y cada una de ellas, ofrecen una apariencia de lo más bonita y de unos cuidados al alcance del más principiante en el cultivo de las plantas.
Entre los 20º y 25ºC, sus hojas lucirán más verdes, dado que las altas temperaturas le sientan de maravilla. Evitaremos colocarlas cerca de las corrientes de aire, dado que provocarían sequedad en sus hojas. En cuanto al riego, tendrá que ser moderado, sin dejar que se seque por completo, pero sin excedernos, ya que la Drácena no necesita grandes cantidades de agua.